El Gobierno de Bolivia se enfrenta a una crisis de desabastecimiento de combustible, y la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, ha culpado a la Asamblea Legislativa por no aprovar préstamos internacionales de $us 1.600 millones para importar diésel y gasolina.
Según el economista Gonzalo Chávez, estos préstamos no son de libre disponibilidad y están destinados a proyectos específicos como carreteras y hospitales. Usar este dinero para comprar combustible sería ilegal y se consideraría ‘bicecleteo’ financiero.
El país atraviesa un desabastecimiento de combustible desde hace dos semanas, y expertos ven con escepticismo la capacidad del Gobierno para resolver el problema debido a la falta de indicadores optimistas en las vías de ingresos de divisas.