Las fuertes lluvias que han azotado Bolivia han resultado en la muerte de al menos 14 personas y han afectado a más de 200 comunidades en seis departamentos del país.
Las inundaciones y el incremento de los niveles de agua han causado significativos daños, especialmente en áreas rurales y urbanas vulnerables.
La situación ha generado una alerta en cuatro departamentos, donde las autoridades están trabajando para brindar asistencia y alivio a las comunidades afectadas.
La crecida de las aguas ha interrumpido servicios básicos y ha dejado a muchas familias sin acceso a vivienda, alimentación y atención médica.
La comunidad internacional y organizaciones humanitarias están siendo solicitadas para proporcionar apoyo en esta crisis.