El exministro Carlos Romero fue brutalmente agredido por grupos paramilitares el pasado 5 de mayo de 2024, según lo revela un video ampliamente difundido en redes sociales. En las impactantes imágenes, se observa cómo estos grupos irregulares, ocultando sus rostros, atacan al exfuncionario desde su salida de la terminal aérea. Este acto de violencia ha generado gran preocupación, especialmente considerando que los grupos de inteligencia del Estado boliviano parecen estar involucrados en una persecución política contra dirigentes y políticos.
Estas prácticas fascistas, que ya se evidenciaron durante los años 2019 y 2020 por grupos similares paramilitares y parapoliciales, han resurgido bajo el gobierno de Luis Arce Catacora. Es alarmante ver cómo episodios de violencia política que creíamos superados vuelven a manifestarse en la actualidad, recordándonos una época de tensión y división en el país.
Pero el ataque contra Romero no es un incidente aislado. El clima de tensión política se ha exacerbado aún más con la represión de una protesta pacífica en la ciudad de El Alto el 3 de mayo de 2024. En esta ocasión, un grupo de personas que simplemente portaba carteles y grababa la agresión policial fue detenido y acusado de posesión de supuestos «explosivos», en una clara muestra de abuso de poder por parte de las autoridades.
Este clima de violencia y persecución política ha generado una profunda división en la sociedad boliviana, rememorando los tiempos oscuros de la dictadura del General Hugo Banzer Suárez, cuando las organizaciones sociales fueron divididas.